Los aficionados de los Vaqueros habían quedado con un mal sabor de boca tras la derrota en la Semana 1 de la NFL contra Los Angeles Rams. Pocos cambios se vieron en el primer juego bajo la dirección del head coach Mike McCarthy, pero el segundo partido de los Cowboys llegó con una victoria milagrosa.

El rival de la Semana 2 eran los Atlanta Falcons, quienes, a pesar de caer en el inicio de la temporada 2020 de la NFL contra Seattle Seahawks, dejaron buenas sensaciones con una ofensiva que anotó 25 puntos. Los Cowboys sufrirían este ataque en su propia casa: el AT&T Stadium.

 

La defensiva de Dallas volvió a fallar, fue la constante del partido con malas coberturas, y en la primera mitad del encuentro permitieron tres pases de anotación de Matt Ryan y los Falcons. ¿Y la ofensiva? Dak Prescott y los Cowboys priorizaron el juego terreste y mal no les fue.

La increíble remontada llegaría en la segunda mitad y con las 450 yardas, un pase de anotación y tres touchdowns por la vía terrestre, Dak Prescott le dio una muestra a sus haters que puede remontar partidos como lo hizo este domingo. Eso sí, recibió una gran ayuda de los equipos especiales de los Falcons.

 

 

Sin tiempos fuera por pedir y con dos puntos abajo en el marcador, a los Dallas Cowboys no les quedó otra que realizar una patada corta después del touchdown de Prescott. Los jugadores de los Falcons se quedaron viendo como el ovoide recorría las 10 yardas para que los Vaqueros pudieran tomarlo: ¡Despierten, despierten!

El equipo especial de los Falcons podía tomar el ovoide antes y no lo hicieron. Se durmieron, los Cowboys recuperaron la posesión y con un gol de campo de 46 yardas de Greig Zuerlein se llevaron la victoria. En el AT&T Stadium se dio el milagro de Dallas: error garrafal de los Falcons y triunfo épico por 40 a 39 puntos.