Que Kyrie Irving sea noticia es una costumbre. Lo que no es normal son los motivos incesantes del por qué lo es. Kyrie es un excelente jugador de básquet y seguramente el de mayor habilidad de su especie, pero sin dudas las novedades de Irving vinieron mucho más por lo que hace o deja de hacer fuera del parquet, que por las maravillas que puede hacer dentro del mismo.

 

El paso del base por Boston quedará marcado por su relación con sus compañeros de equipo y el ambiente en el vestuario generado, más que por haber llevado a los Celtics a dos postemporadas. En Cleveland lo aman por haber conseguido el anillo, pero su partida inesperada para salir de las sombras de LeBron es algo que le dolerá siempre a cualquier fanático de los Cavaliers.

En su corta estadía en Brooklyn está pasando por algo similar. Las versiones de lo que le sucede por su personalidad, mismo por ser más introvertido de lo usual por la pérdida de su abuelo, hacen más ruido de lo que genera en el campo. Es que el base estuvo dos meses de baja por lesión y recién pudo volver el domingo.

 

Sobre ello se refirió DeAndre Jordan, quién parece ser un baluarte en los vestuarios de los Nets por su buen estado de ánimo constante. "Creo que tiene un juicio injusto antes de que la gente lo conozca", le contó el pívot a la periodista Malika Andrews, de ESPN .

 “Esa es la cuestión, tienes que conocerlo. Kyrie es muy complejo, pero también es un tipo muy cariñoso y afectuoso. Él habla con mi hijo todos los días. No tiene que hacer eso ", comentó Jordan. 

 

DeAndre se ha caracterizado por ser el mediador del vestuario, como él mismo se autoproclama. Y algo está claro, él supo cuándo hablar sobre Irving. Quiere que los focos apunten a otro lado, como a los 21 puntos en 20 minutos en su vuelta. Ojalá que así sea.