Son esos deportistas que son tocados con una varita mágica y que pueden tener gran rendimiento en dos deportes diferentes: esta es la historia de Deion Sanders, el fenómeno que jugó en la Serie Mundial y en el Super Bowl. ¿Ah? Y como si fuera poco, se destacó de gran manera tanto en la NFL como en la MLB.

Catalogado como el atleta más completo de los años noventa, Primetime, como le llaman, fue seleccionado por los New York Yankees en el Draft de 1988 y solo se tardó un año para llegar a las Grandes Ligas. En simultaneo, empezó a desarrollar su carrera en el fútbol americano y 1989 los Atlanta Falcons lo eligieron en la quinta posición del Draft.

Foto: Gettyimages

Foto: Gettyimages

Su explosión primero llegó en la MLB. En 1992 disputó la Serie Mundial con los Atlanta Braves y tuvo un promedio de bateo descomunal: .533 con un porcentaje de embasarse de .588 y un slugging de .667. A pesar de esto, no le alcanzó para superar a los Toronto Blue Jays.

La revancha no tardó. Fue en 1994 cuando arribó a los San Francisco 49ers y ganó el Super Bowl XXIX luego de vencer a los San Diego Chargers por 49 a 26. Su legado continuó con otro campeonato más, el segundo en su haber, de la NFL con los Dallas Cowboys en la edición XXX del Súper Tazón.

¿Faltaba algo más? Quizás no tuvo la superioridad individual de Bo Jackson, pero sí logró un hecho histórico que fue alcanzar las finales y ser exitoso en la NFL y en la MLB. El show de Primetime fue único.