Si bien desde antes de su entrada a la burbuja dispuesta en Walt Disney World Resorts de Orlando, Florida, ya estaba asegurada su clasificación a los playoffs de la NBA, nadie se esperaba que Los Angeles Lakers tuviera una pésima racha en sus ocho últimos partidos de la temporada 2019-2020.

Desde su ingreso al campus, los laguneros debían hacer frente no sólo a cuatro meses sin actividad, sino que además a la ausencia del escolta Avery Bradley por motivos familiares, algo que lo sintió durante este trayecto, donde sólo ganó tres partidos: a Los Angeles Clippers (103-101), Utah Jazz (116-108) y Denver Nuggets (124-121).

No sólo fue el peor equipo a nivel ofensivo de los 22 cuadros que ingresaron a la burbuja (106.3 puntos por partido) y con un bajo promedio en anotaciones de tres puntos (8.33 triples por juego), sino que además fue una de las peores defensas (113.3 puntos por encuentro), prueba de aquello fue la derrota en su última presentación, por 122-136 ante el eliminado Sacramento Kings.

En un encuentro donde no vio acción Anthony Davis, y con el astro LeBron James anotando 17 puntos, su máxima figura en la jornada fue el refuerzo Dion Waiters, quien registró 19 puntos, tres rebotes y cinco asistencias; mientras que su defensiva sufrió con los 28 puntos de Buddy Hield, más otros 27 de Bogdan Bogdanovic.

Ahora, deberá esperar hasta este fin de semana para conocer quién podría ser su primer rival en la postemporada, donde podría enfrentar a rivales muy diferentes, que podrían pasar desde el complicado Portland Trail Blazers hasta el inspirado Phoenix Suns o la juventud de Memphis Grizzlies. Veremos si en esta etapa, mejoran su rendimiento.