Las últimas manifestaciones que se han generado durante las últimas dos semanas en Estados Unidos, producto del asesinato de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis, han provocado una serie de decisiones en favor de la justicia racial y de acabar con el racismo en el país.

 

Hasta ahora han existido en las principales ligas deportivas comunicados condenando lo ocurrido en Minnesota, asegurando que se trabajará para combatir a la violencia contra los ciudadanos afroamericanos y otras minorías, y aceptando las protestas de sus deportistas; sin embargo, la principal competencia motor de la nación, el NASCAR, ha tomado una radical decisión. 

Por medio de un comunicado oficial, la principal competición de automovilismo en la Unión Americana ha prohibido la presencia de la bandera Confederada, tanto en las carreras como en sus propiedades, ya sean autódromos y vehículos, en una medida potente a favor de la igualdad racial. 

"La presencia de la bandera confederada en los eventos de NASCAR va en contra de nuestro compromiso de proporcionar un ambiente acogedor e inclusivo para todos los fanáticos, nuestros competidores y nuestra industria. Unir a las personas en torno al amor por las carreras y la comunidad que crea es lo que hace que nuestros fanáticos y el deporte sean especiales", indica la competición.

 

 

Cabe señalar que esta bandera, presente habitualmente en estas competiciones y representativa del Sur de Estados Unidos, simboliza para millones de personas la esclavitud y el racismo, por eso se adoptó esta medida.