La vida de Isaque Souza era más que normal. El joven jugaba en el Vasco da Gama y se encontraba explotando en plenitud su potencial para brillar en el fútbol dentro de poco.

Sin embargo, la vida del deportista se derrumbó en julio. A Isaque le habían diagnosticado una de las peores enfermedades posibles: cáncer óseo.

Luego de luchar los últimos meses, Souza no resistió más y falleció el jueves por la madrugada en el Instituto Nacional de Cáncer en Río de Janeiro.

Vasco, al enterarse de la noticia, Vasco organizó todo para que ese mismo día se realice un minuto de silencio en el entrenamiento del jueves en honor al jugador.

Además, dicho acto se repetirá este mismo sábado, cuando el club visita al Flamengo, institución en la que Isaque también jugó.