Antes del comienzo de una nueva semana, Alberto Fernández, presidente de Argentina, anunció a través de una conferencia de prensa las nuevas medidas que tomará dicho país para continuar combatiendo al Coronavirus y la propagación del mismo.

Acompañado por Axel Kicillof (gobernador de la provincia de Buenos Aires) y Horacio Rodríguez Larreta (jefe de Gobierno porteño), el máximo mandatario argentino oficializó, entre otras cosas, la suspensión de las clases por unos 15 días y el cierre de todas las fronteras para que nadie ingrese.

Dejando de lado una posible cuarentena obligatoria, la semana inició de forma caótica en Buenos Aires con un servicio de transporte público que se vio completamente colapsado y con varias anormalidades en sus horarios.

Según reportaron varios usuarios a través de distintas redes sociales, por ejemplo, el Tren Roca funcionó en las primeras horas de la jornada con el horario de domingos y feriados fruto de obras de emergencia que tuvieron que llevarse a cabo para subsanar un inconveniente. 

Las distintas líneas de subtes, por su parte, presentaron sus propias complicaciones en las famosas 'horas pico' con amontonamiento de usuarios en los andenes para ingresar a las formaciones y escaso espacio en los vagones de las mismas.

Pese a que se intentó generar un poco de alivio y circulación distanciada entre los transeuntes y habitantes del país, el trabajador, una vez más, se vio afectado.