Los primeros pasos de cualquier futbolista en la máxima categoría de un club no son para nada fáciles de afrontar. Así como existen un sinfín de casos, el de Oscar Ruggeri también es para aplaudir y destacar.

Haciéndose de abajo y emergiendo en Boca como una de las figuras más importantes del fútbol argentino, al Cabezón le tocó compartir la defensa con varios referentes del plantel del Xeneize. Pese a su corta edad, la ilusión siempre estuvo del lado del central a la hora de hacerse un lugar entre los más reconocidos del país.

Este viernes, exteriorizando una de las tantas anécdotas que tiene guardadas de sus inicios en el fútbol, el panelista de F90 recordó: "Terminaban los partidos y me daban el premio. Agarraba la plata y me iba corriendo a contar. Con todo lo que me daban me sentía millonario".

Confesando que con sus primeros pesos buscó hacer feliz a su padre con un pequeño regalo, Ruggeri, con una sonrisa de oreja a oreja, narró: "Lo primero que hice fue comprarle un reloj en Once a mi papá. ¡Qué alegría tenía!".