Rosario Central volvía a jugar una Copa Sudamericana. Dado su historial, el mundo del fútbol esperaba un recibimiento a la altura de la historia del club.

Sin embargo, el Gigante de Arroyito recibió pacíficamente al San Pablo brasilero, que no se mostró intimidado ante la bienvenida.

El Canalla esta vez no dio la nota ya que el ingreso de ambos equipos se asemejó al de un equipo europeo.  Igualmente, la gente copó las tribunas y el aliento no paró de sonar. Mira el vídeo.