La última noche de Boca previa al partido revancha de los cuartos de final de la Copa Libertadores ante Cruzeiro fue una verdadera pesadilla. Muchos jugadores no habrían podido conciliar el sueño a causa de las bombas y los fuegos artificiales que se detonaron en las afueras de su hotel en Belo Horizonte.

Los hinchas de Cruzeiro ya comenzaron a jugar su partido, sabiendo que el equipo brasileño, pese a ser local, tendrá la difícil tarea de remontar una desventaja de dos goles sin recibir uno en contra.

Y no fue poca la concurrencia de aficionados del Equipo del Pueblo en las afueras del hotel donde se concentró la plantilla Xeneize, desde donde hicieron que la noche fuera ruidosa y una auténtica pesadilla para los jugadores de Boca.