Mientras todos los focos están puestos en la final de la Champions League de Lisboa del próximo domingo, este viernes, por un rato, los flashes se sacaron en Colonia, Alemania.
Por la final de la Europa League, Sevilla enfrentó al Inter en una de las mejores finales que podríamos haber imaginado en el comienzo de la temporada.
Y vaya que no nos decepcionaron en la primera parte: a los cinco minutos, Romelu Lukaku abrió el marcador después de fabricar y convertir un penal para el equipo de Antonio Conte.
Sin embargo, para los 33 minutos, Sevilla ya lo había dado vuelta de los cabezazos letales de Luuk de Jong. Dos minutos después, antes del entretiempo, Diego Godín apareció de cabeza para poner el 2-2. Cuatro goles en poco más de media hora, una locura.
En la segunda parte, minutos después que erre un mano a mano ante Bono, quien se lució con la atajada, Lukaku metió en contra una chilena de Diego Carlos que se iba desviada. Sí, un gol en contra letal.
La final se definió por un gol en contra de una chilena espectacular de un defensor. ¡Qué final y qué nuevo título para Sevilla!