Este jueves, en el marco de una nueva jornada correspondiente a la Europa League, Tottenham viajó a Austria para enfrentar al LASK. Aunque la gran mayoría de espectadores no esperaban muchas sorpresas del compromiso en cuestión, lo cierto es que el dueño de casa supo poner de rodillas al elenco de la Premier League en más de una oportunidad.
Sorprendiendo a sus espectadores con un estilo de juego que supo sobreponerse a las ideas del equipo de José Mourinho, el local se puso en ventaja gracias al tanto de Peter Michorl a los 42 minutos de partido. La visita, sin mucho mérito de por medio, llegó al empate mediante el penal convertido por Gareth Bale a segundos del cierre de la primera mitad.
Ya en la segunda mitad, Son Heung-Min y su clásica velocidad revirtieron la historia para poner parcialmente en ventaja a los Spurs. Aunque todo se encaminaba a que el partido no iba a presentar muchas sorpresas más, Johannes Eggestein sacudió los pronósticos a los 84' para imponer el 2 a 2 a pocos minutos del final del cotejo.
En el último tramo del compromiso, el partido se despachó con un cierre agónico y apasionante: mientras que Dele Alli puso en ventaja nuevamente a los Spurs a través de otro penal a los 86, Mamoudou Karamoko le puso cifras definitivas al partido a los 93 minutos con un remate preciso y letal.
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