Nikolay Davydenko irrumpió en el circuito del ATP con 20 años con un estilo batallador que rápidamente lo llevó a escalar puestos en el ranking. Pero, desgraciadamente para él, en sus años de mayor esplendor se encontró en frente con rivales como Roger Federer, Rafael Nadal y un joven Novak Djokovic. Lo que parecía una carrera ligada al éxito, comenzó a truncarse, luego llegaron las lesiones y finalmente el hartazgo total del deporte de la raqueta, objeto que tardó varios años en volver a agarrar después de su retiro.
El hombre que ahora tiene 43 años nació en Ucrania, se formó en Alemania y siempre representó a Rusia, pese a haber conseguido la ciudadanía austríaca. Una mezcla de nacionalidades y escuelas que lo llevaron a convertirse en un férreo oponente para cualquiera desde 2001, cuando irrumpió en los principales torneos y dio muestras de lo que podía llegar a conseguir.
Davydenko, número 3 del mundo y su historia con Nadal y Federer
El mejor momento de la carrera de Davydenko se dio entre los años 2005 y 2009, cuando se mantuvo firme en el Top 10 y alcanzó el Top 3 por algunas semanas, en una época en donde solía darle grandes dolores de cabeza al mismísimo Rafael Nadal.
“Para mí, jugar contra Nadal fue como jugar ante cualquier otro oponente. Le gané en todos nuestros partidos en pista dura y él me ganó todos en tierra batida”, comentó en una entrevista con Punto de Break en 2022. “Mi juego coincidía bien con el de Rafa en pistas duras, por eso no tuve tantos problemas con él. Por otro lado, nunca pude ganarle a James Blake en esas condiciones, él golpeaba muy fuerte y terminaba los puntos en pocos tiros. Contra especialistas en arcilla, españoles y argentinos, fueron los partidos más fáciles para mí sobre cemento, porque juegan puntos largos y con mucho efecto”.
Es que Davydenko fue incluso bautizado en los medios españoles como “la bestia negra” de Nadal, a quien terminó superando en el historial con 6 victorias en 11 enfrentamientos. Aquellos duelos entre ambos llevaron al ruso a picantear al mallorquín: “ Sin físico no puede hacer nada. No tiene ni saque ni volea . Su recurso es quedarse desde el fondo de la pista y correr y pasar bolas hasta que tú te canses y la falles”.
Pero, a quien sí siempre respeto fue a Roger Federer. “Tuve muchas oportunidad de ganarle, pero siempre fue mejor que yo en los momentos importantes de cada set. Tuve puntos de set, tiebreaks, pero siempre perdía. No es ningún secreto que tuve un problema mental para enfrentarme a Roger durante muchos años”, comentó en esa entrevista de hace dos años, al recordar sus 19 derrotas en 21 duelos contra el suizo.
Pero, lo cierto es que más allá de ese dolor de cabeza, Davydenko logró estar entre los cinco mejores durante casi cinco años sin siquiera ganar un Grand Slam. Y además se dio el lujo de vencer a un joven Novak Djokovic en la semifinal del Masters 1000 de Shanghai 2009, uno de sus dos triunfos ante el serbio.
Las lesiones y el hartazgo del tenis
Davydenko era uno de los mejores tenistas del mundo y en el ranking aparecía por detrás del Big Three cuando en 2010 llegó la primera lesión grave de su carrera: “Me rompí la muñeca. Me ocurrió jugando en Rotterdam contra Robin Soderling, me caí al suelo y me di un golpe fuerte en la mano, pensé que sería un simple moratón, incluso luego cuando me hicieron una resonancia magnética no me encontraron nada”, contó en diálogo con Punto de Break.
Justamente, como los estudios médicos descartaron una fractura, continuó jugando algunos torneos más hasta que el dolor se hizo inaguantable y apareció la fisura en las imágenes computarizadas: “L a herida se curó, pero la muñeca nunca volvió a responder como antes. Se volvió mucho más débil, mi revés a dos manos quedó gravemente dañado. Aún así lo seguí golpeando a dos manos, ya era tarde para intentar el revés a una mano, aunque algunos especialistas me lo recomendaron”.
Para entonces, el Top10 había quedado lejos y pese a sus intentos, no pudo recuperar el nivel que había tenido por lo que a los 33 años anunció su retiro.
La despedida de Davydenko, que en 2006 había sido parte del equipo de Rusia que le ganó la final de la Copa Davis a una argentina de que tenía a David Nalbandian como máxima figura del equipo, fue lo menos llamativo. Es que después de anunciar su adiós, se retiró rumbo a Rusia, debido a que Alemania le denegó la ciudadanía, y se dedicó a criar a sus hijos y a pescar.
Fueron varios años los que estuvo alejado del foco de las cámaras y del tenis. “El primer año estuve soñando constantemente con partidos. Sentía como si los estuviera jugando, algunos de Grand Slam, en Australia concretamente. Ahora todo está olvidado y ni siquiera pienso en ello. No veo tenis, no lo hacía estando en activo, no tiene sentido seguir mirándolo ”, reveló en 2019 en charla con el sitio Sport Express.
Allí, agregó: “Nunca he sido una persona de estar en los medios de comunicación. Solo daba entrevistas después de los partidos, no iba a las fiestas, tampoco a los canales de televisión. Cuando acabó mi carrera me centré en mi vida familiar, la única noticia para escribir sobre mí es que era padre de tres hijos, pero no esto parece muy interesante. A partir de 2014 me dediqué completamente a mis niños, los llevé a la guardería y jugué con ellos, estuve muy distraído del tenis, intenté no coger una raqueta durante un tiempo y olvidarme“.