Argentina y Uruguay protagonizaron un gran encuentro, en donde los locales aplicaron la famosa garra charrúa para impedir que los dirigidos por Lionel Scaloni pudieran aprovecharse de la supremacía que tuvieron en el partido que se disputó en el Monumental.

Y así lo sufrió Rodrigo De Paul, quien recibió un brutal manotazo por parte de Agustín Álvarez Martínez, a los 21 minutos de la segunda mitad. Pero, para sorpresa de propios y extraños, el futbolista uruguayo no fue ni siquiera advertido por el árbitro Alexis Herrera. 

El mediocampista argentino quiso pasar al futbolista de Peñarol con una filigrana, pero cuando avanzó unos pequeños centímetros, recibió un brutal manotazo sobre su rostro. Además de que el árbitro Herrera no lo sancionó, la infracción tampoco se resolvió a través del VAR.