Lionel Andrés Messi Cuccittini nació en Rosario el 24 de junio de 1987. Comenzó jugando en clubes locales, entre ellos Abanderado Grandoli, incluso con niños mucho más grandes que él. En cada gambeta demostraba que había nacido para el fútbol, y con 7 años se unió a Newell’s y firmó por primera vez para sumarse a las inferiores. 

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Con 10 años, siendo físicamente mucho más pequeño que el resto de su categoría, le diagnosticaron un déficit en las hormonas de crecimiento, tratamiento que la Lepra no estaba dispuesto a pagar. Así, su padre Jorge Messi lo llevó a Buenos Aires a probarse en River, donde quedó pero tampoco estaban dispuestos a afrontar el gasto. Pero en Núñez lo vieron unos allegados a Josep María Minguella, un representante catalán que, entre otros, había llevado a Diego al Barcelona. Así, el clan Messi viajó al viejo continente y ya en Cataluña fichó por el Blaugrana en el famoso contrato de la servilleta, se encargaron de su tratamiento, y también obtuvo la nacionalidad española…

Lionel era un diamante en bruto, y la Roja hizo todo por blindarlo, pero finalmente, el 29 de junio de 2004 comenzó a escribir su historia con la Selección Argentina en un amistoso con la Sub-20 ante Paraguay. Organizado por Grondona, una vez que Messi firmó en la plantilla albiceleste, ya no podía jugar para España. 

En 2005, participó del Mundial Sub 20 bajo la dirección técnica de Pancho Ferraro, quien en diálogo con Bolavip aseguró que Messi era distinto. Con compañeros como el Kun Aguero, Garay, Biglia y Zabaleta, entre otros, se consagraron campeones del Mundo. Además, se llevó la Bota de Oro al goleador del campeonato. El 17 de agosto de ese año, llegó su debut con la Selección Absoluta, y a pesar de la expectativa que generaba, fue un momento para el olvido. Con José Néstor Pékerman en el banquillo, Lionel entró por Lisandro López en el Segundo Tiempo, y un minuto después salió expulsado con tarjeta roja. El primero de su equipo que saltó a defenderlo fue nadie más y nadie menos que Lionel Scaloni, que lo sacaría campeón del Mundo 17 años más tarde…

Pero antes de eso, pasaron 4 Mundiales, con 4 entrenadores diferentes. En Alemania 2006, la Pulga representó al país por primera vez en el torneo más importante de todos, y esta vez, le fue muy bien. Ingresó por Maxi Rodríguez en el Segundo Tiempo contra Serbia y Montenegro y tres minutos después, asistió a Hernán Crespo en el cuarto gol de la jornada. Ya en el minuto 88’ marcó el último gol del batacazo 6-0 por la segunda fecha de fase de grupos. Siguió sumando minutos el resto de los encuentros, pero no ingresó en el partido por cuartos de final ante Alemania, el eterno verdugo de la albiceleste. 

En 2007 jugó su primera Copa América, y junto con ella, su primera final perdida, precisamente ante Brasil. El Mundial de 2010, ya con Maradona dirigiendo y el mítico 10 en la camiseta, lució contra Grecia por primera vez la cinta de capitán que pertenecía a Javier Mascherano, quien fue suplente durante ese encuentro. Sin embargo esa cita mundialista tampoco fue la mejor para la Selección, quedándose en cuartos de final, una vez más, contra Die Mannschaft. 

Llegó el Mundial de 2014, donde el sueño del país era consagrarse campeón del Mundo, y la ilusión de que la coronación se diera en el Maracaná era algo inimaginable. Cuando estaban cerca de llegar a los penales y alcanzar el cielo con las manos, el gol de Götze en el 113’ truncó todos los planes, y se fue la tercera final. Por supuesto no faltaron las críticas de la prensa al capitán. 

Ya en la Copa América de 2015, con 5 balones de oro en su haber, y habiendo salido campeón con  el Barcelona de múltiples torneos, entre ellos la Champions League y el Mundial de clubes, sufrió la segunda derrota masiva en carne propia, perdiendo la final por penales contra Chile. Aún así con todo el peso de su camiseta, siguió con la frente en alto y representando a la Selección en todas las oportunidades.

Sin embargo, lo peor llegaría con la Copa América Centenario de 2016. Una vez más, en la final, tan cerca de conseguir el primer y ansiado título con la Selección Argentina, ocurrió una nueva caída contra Chile en la definición del torneo. Aquel fatídico 27 de junio, un penal errado y bajo las críticas de los medios, que lo tildaron entre otras cosas de fracasado, ocurrió lo peor, Lionel dejó la Selección:  “Creo que es por el bien de todos. Por mí y después por todos. Hay mucha gente que desea eso. No se conforman, igual que nosotros tampoco nos conformamos con llegar a la final y no ganarla. La decisión está tomada. Ya lo intenté mucho. Me duele más que a ninguno no poder ser campeón con la Argentina. Me voy sin poder conseguirlo”. 

Con la llegada del Patón Bauza como reemplazo del Tata Martino, el capitán se replanteó la decisión y el 2 de septiembre, con un look platinado, se volvió a calzar la celeste y blanca para disputar las eliminatorias rumbo a Rusia en un duelo contra Uruguay. Si bien lograron la clasificación, con la llegada de Jorge Sampaoli como DT, la situación no mejoró, siendo que la Argentina, en 2018, por fase de grupos perdió contra Croacia y empató contra Islandia, sumando una única victoria ante Nigeria que les permitió clasificar a octavos por la ventana, instancia en la que no pudieron contra Francia. Fue una vuelta a casa prematura.

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Todo parecía una debacle. Incluso, el debut de Messi en la era Scaloni fue en marzo de 2019, en una derrota por 3-1 contra Venezuela por un amistoso. De todos modos, en la Copa América de ese año tuvieron un desempeño digno, adueñándose del tercer puesto y marcando el inicio de lo que sería una época dorada para la Selección Argentina. 

Con miedos e incertidumbres, comenzó la Copa América de 2021. Con un debut que fue un empate por 1-1 ante Chile, la albiceleste siguió escalando hasta que llegaron a la final, la quinta de Lionel. Con un golazo agónico de Di María, Messi levantó su primera Copa, cortando con 28 años de sequía. Con la confianza intacta, meses más tarde conquistaron la Finalissima ante Italia. Días más tarde contra Estonia, el astro obtuvo su mejor marca en la Selección, convirtiéndoles 5 tantos.

Cuando las cosas no podían mejorar, llegó el Mundial de Qatar. No obstante, el debut ante Arabia Saudita fue un trago amargo, con una derrota 2-1 y goles anulados. Eso si, lograron remontar la situación y ya en cuartos de final contra Países Bajos, el capitán dejó ver un jugador mucho más mayor y maduro, que se le plantó a Louis Van Gaal haciéndole el festejo del Topo Gigio y pronunciando el famoso “Andá pa’lla bobo” en el post partido. Ya en semifinales superaron a Croacia por 3-0, con Lionel abriendo el marcador de penal. En la final contra Francia, Messi se lució y dejó ver toda la sed de gloria que acumuló durante más de 17 años, y en Qatar, se consagró campeón del Mundo.