La Cadena SER en Cataluña destapó el lunes un impresionante escándalo de las redes sociales que sacude actualmente a toda España y que acabó con la renuncia de seis directivos del FC Barcelona y la detención de Josep Bartomeu, junto a otros tres integrantes del organigrama de la institución blaugrana, por parte de la policía autónoma de la región. Un caso que acapara la atención mediática, por la increíble misión de desprestigiar a sus propias figuras en la cancha.

La detención de Josep Maria Bartomeu, Óscar Grau, Román Gómez Ponti y Jaume Masferrer a cargo de los "Mossos d’Esquadra" o la policía de generalidad de Cataluña, es el último episodio de un impresionante caso de las redes sociales dentro del FC Barcelona, denominado: "Barçagate", destapado por el medio de comunicación, el 17 de febrero de 2020. En Bolavip Chile te presentamos paso a paso todos los detalles del escándalo que sacude al fútbol español.

El origen del "Barçagate" se centra en el empleo de una empresa para el manejo de redes sociales, con el único objetivo de emitir comentarios para desprestigiar, erosionar y difamar en contra de integrantes del actual plantel azulgrana, ex jugadores y personajes del entorno del club catalán a través de cuentas de Twitter, Facebook y páginas web de noticias. Entre los principales afectados, se encontraban: Leo Messi, Gerard Piqué, Pep Guardiola y Joan Laporta. Además, de generar matrices de opinión favorables a la junta de Bartomeu. Todas eran controladas por I3 Ventures, compañía del empresario argentino Carlos Ibáñez, contratada a finales de 2017 para unos servicios de monitoreo de social media.

¿Cuánto pagó Barcelona por afectar a sus figuras?

Pique y Messi figuran entre los principales afectados del escándalo (Twitter)

El costo total de estos trabajos realizados por la empresa I3 Ventures ascendió a casi un millón de euros, repartidas en seis facturas inferiores a 200.000 euros, mínimo exigido para ser aprobadas por la junta directiva de la organización blaugrana.

La insólita renuncia de seis directivos en abril

El estallido del caso provocó la rescisión inmediata de los contratos con la empresa I3 Ventures, ocurrida el 18 de febrero de 2020, un día después y un motín en la propia cúpula del club, liderado por el entonces vicepresidente: Emili Rousaud. El 21 de febrero tuvo lugar una reunión extraoficial en la que se debatió la posibilidad de adelantar un año las elecciones directivas con una división que culminó el 10 de abril, con la dimisión de Rousaud, el vicepresidente económico Enrique Tombas, la secretaria Maria Teixidor y los directivos Jordi Calsamiglia, Silvio Elías y Josep Pont. Al día siguiente, Rousaud aseguró en RAC 1, que "creo que alguien del club ha metido mano en la caja". Declaración que provocó que el Barça interpusiera una querella contra el entonces ex vicepresidente de la institución.

El 21 de febrero, la junta directiva del FC Barcelona decidió suspender de sus funciones a Jaume Masferrer, jefe de Gabinete de Presidencia, quien asesoró a Bartomeu para emplear los servicios de I3 Ventures. Al día siguiente, un sector del Camp Nou reaccionó con una "pañolada" durante el Barça vs Eibar y cánticos de "Bartomeu dimisión". Se encargó el 19 de febrero una auditoría a PriceWaterHouseCoopers (PwC) cuyos resultados se conocieron el 6 de julio. Semanas antes, el 17 de junio, Adriana Gil, del Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona, admitió la denuncia de la plataforma "Dignitat Blaugrana" por presunto manejo desleal y/o corrupción entre particulares, por parte de algunos directivos de la junta que presidía Josep Maria Bartomeu.

El primer registro de los Mossos

La primera inspección de los Mossos d’Esquadra o la policía autónoma de Cataluña a las oficinas del FC Barcelona tuvo lugar el 29 de junio, requeridos por la jueza Gil. La segunda tuvo lugar el lunes 1 de marzo, ocho meses después. 

Román Gómez-Ponti, director de servicios jurídicos del club, presentó en una conferencia de prensa junto con Josep Vives, portavoz de la entidad, la auditoría. De acuerdo con el informe de PwC, se exculpó al FC Barcelona al descartar pagos por encima del precio de mercado, corrupción para llevarse dinero del club y encargos del propio club para difamar a sus figuras. Sí constató que "no se cumplieron los protocolos de aprobación internos del club", originando que hubiera "varios contratos con diversos proveedores que pudo ocasionar que el nivel de autorizaciones internas aplicado a los contratos fuera menor al establecido para un encargo único". En ese sentido, PwC dejó claro que "en el contexto de la formalización y renovación de los contratos no se cumplió con algunas de las políticas de aprobación internas del club". Además, la auditoría confirmó que "determinados servicios no se llegaron a prestar o no fueron utilizados por el club". PwC establece que los trabajos realizados ascienden a 620.000 euros, una cifra menor a los 947.000 anuales, acordados.

Renuncia de Bartomeu

El proceso del voto de censura emprendido por el socio Jordi Farré con el apoyo de los grupos barcelonistas Manifest Blaugrana, Cor Blaugrana, Dignitat Blaugrana, Compromissaris FCB, El Senyor Ramon, Seguiment FCB, La Resistència del Palau y #Noiestwitterbarça acabó pasando factura a la junta de Bartomeu, que dimitió en pleno el 27 de octubre con el caso de las redes sociales aún abierto. La Junta Gestora presidida por Carles Tusquets tomó el poder del club al día siguiente. Una de las primeras decisiones fue despedir a Masferrer, el 30 de octubre, al no poder ejercer ya en el Gabinete de Presidencia, un cargo ausente tras la salida de Bartomeu.

El secreto de sumario del caso debe levantarse el próximo jueves 11 de marzo tras seis prórrogas para ir recabando información, que continuó con la inspección de las oficinas del FC Barcelona por parte de los Mossos d’Esquadra.