La situación de orden público no continua siendo la mejor en la ciudad de Barranquilla, y como sucedió en el partido frente entre Junior y River, los gases lacrimógenos que lanzó el ESMAD a las afueras del Romelio Meléndez, afectó a los jugadores.

 

 

Los manifestantes en la ciudad de Barranquilla quieren evitar a toda costa que se lleve a cabo la disputa de compromisos del fútbol profesional, que pueden llegar a distorsionar las manifestaciones y la lucha del pueblo colombiano.

 

 

En la previa del partido, tanto jugadores de América de Cali como de Atlético Mineiro, se vieron altamente afectados por el gas lacrimógeno a las afueras del estadio, razón por la cual el inicio del compromiso se retrasó un par de minutos.