Semanas después de haber sido corrido del América, Miguel Herrera reapareció en los medios de comunicación para hablar de todo. No solamente se refirió a su salida del Nido, sino que también fue consultado por un tema que fue frecuente durante los últimos meses: la polémica de Renato Ibarra.

"Fue muy clara y tajante la orden: no se pega al plantel hasta que veamos qué pasa. La decisión no pasó por la gente del club. Es una cosa que hay que decirle como es, la gente del club no tomó la decisión... Es una decisión del corporativo que manchaba la imagen de lo que significa el Grupo Televisa, que no estaba de acuerdo y creo que está bien, es una decisión que no tiene que pasar por una persona", aseguró el Piojo, durante una plática que tuvo con el podcast Sin Llorar.

Con esa frase quedó claro que el experimentado estratega intentó retener al futbolista ecuatoriano de 29 años en el plantel azulcrema. De hecho, en la misma entrevista, dio detalles sobre la plática que tuvo con el elemento tras darse a conoer las noticias sobre la supuesta agresión a su pareja Lucely Chalá.

"Cuando hablé con él, le pedí que me dijera la verdad. Me dijo 'perdí los estribos, grité, pero en ningún momento le puse la mano encima a mi mujer'. Con esos argumentos pedí que se quedara. Él otra vez está con su mujer, disfrutando a su hijo, la única persona en el mundo que le importaba que le diera una segunda oportunidad es la que se la dio, y está con ella", agregó Miguel Herrera.

"Renato Ibarra sabrá que no debe ni siquiera gritarle a su mujer, y mucho menos ponerle una mano encima. Él era un gran activo y un extraordinario jugador, después viene la parte del ser humano. Sí, yo siempre pedí que se quedara porque siempre digo que las personas merecen una segunda oportunidad", cerró el entrenador que actualmente está sin club, dando más detalles de su relación con el sudamericano.