Con la número 18 en la espalda y la cinta de capitán bien prendida en su brazo, como rogándole que se quede por mucho tiempo más, Andrés Guardado saltó al Estadio Johan Cruijff de Amsterdam, que muy bien conoce de su paso por PSV, para jugar con la Selección de México ante Holanda.

 

Lo hizo exactamente durante una hora y dos minutos, por lo que llegó a presenciar dentro del campo el gol de Raúl Jiménez de penal que terminaría por darle el triunfo al Tri. Luego, cedió su brazalete por un momento y se fue al banquillo, previa felicitación de Tata Martino, para dar su lugar a Jonathan Dos Santos.

A sus 34 años y con una larga trayectoria sobre sus espaldas, el actual mediocampista de Betis está muy entusiasmado con la posibilidad de liderar al equipo en Qatar, en el Mundial de 2022. Alguien que lo conoce muy bien, dejó claro que el Principito sin dudas que lo hará, sin importar la edad, porque es esa una virtud que trae desde toda su vida.

"El liderazgo de Andrés vino desde la cuna. Siempre he dicho que nació con estrella", comenzó diciendo Daniel Guzmán en diálogo con Diario Récord. Y siguió: "Yo en Segunda dirigí al Cihuatlán y ahí tenía a su hermano, entonces desde ahí lo conocí cuando lo acompañaba y estaba muy chiquito. Después llegué al Atlas y me doy cuenta que no tengo volantes o carrileros por izquierda, entonces pido a mi gente que me lleve a los canteranos y ahí me reencuentro con Andrés".

 

 

Travieso reconoció que desde ese entonces ya le había llamado la atención la personalidad de Guardado y que ha sido esa otra virtud otra de las claves de que haya perdurado en el tiempo, reinventándose como futbolista. "No le da como antes lo físico, pero me gusta de doble contención porque maneja los tiempos, tiene experiencia y es una piedra angular en cualquier proyecto", señaló.