Se festejó y mucho. Boca se coronó campeón de la Superliga Argentina con un gran sprint final, de seis victorias consecutivas, que le permitió sobrepasar a River en la última jornada producto de la victoria ante Gimnasia en La Bombonera y al empate del Millonario en Tucumán.

Pero en el Xeneize no hay tiempo para relajarse. Lo saben los directivos, lo sabe Miguel Ángel Russo y lo saben también los futbolistas que apenas comenzó la semana han tenido que hacer un cambio de chip obligado.

Es que este martes, Boca deberá recibir a Independiente de Medellín por la segunda jornada de la fase de grupos de la Copa Libertadores que es el gran objetivo del equipo.

El rol de Miguel Ángel Russo es decisivo a la hora de poner a sus futbolistas otra vez en el máximo modo competitivo, después de la relajación que pudo tener lugar este domingo.

En el debut en la competición continental, Boca se quedó con el sabor amargo de un empate ante Caracas en Venezuela en un partido que comenzó ganando y que se le presentó favorable para comenzar sumando de a tres.

Por otro lado, se espera que este lunes se le realicen pruebas médicas al peruano Carlos Zambrano, producto de un golpe que sufrió este sábado ante Gimnasia y que lo ha dejado con molestias físicas.