Si bien llegó a mediados del 2018 a Boca, Lucas Olaza, rápidamente, se ganó un lugar en el once titular organizado por Guillermo Barros Schelotto.

Pese a ser una de las figuras más destacadas del plantel del Xeneize, el uruguayo duró poco allí: poco después de caer en la mítica final de Copa Libertadores ante River, el defensor partió hacia España para sumarse a las filas del Celta de Vigo.

Aunque a Olaza le costó bastante la adaptación al fútbol de la Liga Española, hoy en día el ex Talleres es una de las caras más importantes del cuadro Celtista a la hora de diagramar la formación inicial de la institución.

Según reportó TNT Sports, Lucas, haciendo referencia a su llegada a España en una entrevista entablada con EFE, lanzó: "El Celta me abrió las puertas de jugar en el fútbol europeo y yo quiero seguir jugando acá, me siento muy bien en España, pero no sé qué va a pasar en el futuro. De mí solo depende trabajar y hacerlo lo mejor posible".

Con respecto a lo que fue su paso por el elenco de La Ribera, el deportista en cuestión confesó: "El ambiente que se vive en cada partido es una locura, da igual el día o el horario. Eso fue lo que más me sorprendió. Es una de las cosas más lindas que me pasaron en mi carrera. De afuera uno conoce a ese club, pero cuando estás dentro te das cuenta de la dimensión que tiene".