Es crack, es la gran figura del seleccionado argentino y luce orgullosa la cinta de capitana. Pero no es "La Messi" y Estefania Banini explicó por qué no quiere que la llamen así.

"Es muy lindo que me comparen con él, pero nos gustaría que nos comenzaran a conocer por nuestro nombre", fue el deseo de la número diez desde Francia.

Banini reconoció que el empate ante Japón, primer punto de Argentina en la historia de los mundiales femenino, las tiene muy ilusionadas porque "es la esperanza, el primer paso de lo que queríamos replicar: la entrega y la lucha de las mujeres argentinas por la igualdad".

La jugadora del Levante español explicó que en Argentina todavía queda mucho por avanzar en el desarrollo del fútbol femenino y explicó que el haberse sentido tantas veces ignoradas, otras tantas discriminadas, es lo que le da fuerza al equipo en el Mundial.

"Sin duda, el fútbol es un reflejo de la sociedad y del avance del propio país. En Argentina, lamentablemente, nos estamos quedando atrás. Tenemos que cambiar la mentalidad machista, tanto de hombres como mujeres. Estamos todas tan acostumbradas a pelear ante discriminaciones, desigualdad y falta de recursos, que ahora somos más fuertes. Estamos muy unidas y somos muy guerreras, eso nos impulsará ante grandes selecciones”, concluyó.