La cara de la nueva generación. Después del fracaso que significó haber quedado afuera del Mundial de Rusia 2018, donde ya nos veíamos adentro durante gran parte de las Eliminatorias, Gustavo Alfaro llegó con un equipo de trabajo que cambió para bien la plantilla de la Selección de Ecuador.

Guía de una nueva generación que promete estar muchos años en el conjunto nacional, el seleccionador argentino hoy vive sus días más felices como director técnico profesional. Así se lo pudo ver en el Estadio Banco Pichincha de Guayaquil durante la última jornada de las Eliminatorias.

Después del pitazo final tras el 1-1 ante la Selección Argentina, donde se logró el empate agónico gracias al rebote de Enner Valencia en su penal, Alfaro agarró el micrófono y le mandó un mensaje a todos los hinchas que se presentaron en el estadio.

El discurso completo de Alfaro:

"¡Buenas noches, Ecuador! ¡Gracias! La verdad estoy viviendo uno de los momentos más felices de mi vida. Ellos saben que me cuesta festejar. Tengo a mi familia en alguna parte del estadio que vino desde Argentina para apoyar como ha hecho durante 30 años. Gracias Ecuador por la calidez y por la calidad del trato desde el 6 de septiembre que llegamos acá. Gracias a ellos: ellos son los verdaderos artífices de eso. Porque fueron capaces de creer, porque tomaron la posta de muchos equipos que habían hecho historia en Ecuador y le brindamos el tributo en la pared de la casa de la Selección donde están retratados los que hicieron historia grande de este fútbol. El desafío era una pared negra donde ellos tenían que colgar su cuadro en la historia. Para eso tenían que creer: ellos creyeron desde el primer día. Fueron pacientes, fueron perseverantes pero sobre todo fueron cazadores de utopías imposibles porque nadie creía en Ecuador y hoy Ecuador está de pie. ¡Hoy Ecuador dice presente al mundo! Como bien decían ellos, es el inicio de algo muy importante. El desafío es de 17 millones de personas. Nosotros somos quienes vamos a llevar adelante la voluntad y los sueños de un país. Vamos a luchar por hacerlos felices. Y si no podemos lograr lo que el país quiere, vamos a dejar la vida para que sientan la dignidad de un grupo que se siente identificado con una bandera, con un escudo y con un himno nacional. Como dice ustedes en el vestuario, ¿quiénes somos? ¿Y a qué venimos? ¡A ganar Ecuador!".