Cuánto hacía que no veíamos un gol de tiro libre que combinara tan bien la potencia y la precisión desde muy larga distancia.

Por eso después de ver cómo el sablazo de Rafael Foster le rompió el arco al portero de Ferencvaros no pudimos evitar pensar en Roberto Carlos.

No en vano el lateral del Ludogorets es compatriota de quien supo brillar con la camiseta de Real Madrid y la Canarinha.

Y Foster no metió uno, sino dos tantos para la goleada de su equipo 3-0 en condición de visitante. ¡Un animal!