No sabemos cuándo fue la última vez que pudimos poner en el título que perdió el Bayern Munich. El mejor equipo de Europa, y seguramente también del mundo, que en la última temporada se quedó con todos los títulos que tenía a su alcance.

Conquistó una vez más la Bundesliga, la Copa de Alemania, levantó el trofeo de la UEFA Champions League dejando en el camino al Barcelona con una goleada 8-2 y luego ante Sevilla también se aseguró la Supercopa. Una locura total.

Pero luego del último logro mencionado, parece que los dirigidos por Hans-Dieter Flick se relajaron y Hoffenheim no dudó en aprovechar la oportunidad. Y no lo hizo así nomás, sino que de local se aseguró de dejar en el suelo a su rival.

En el primer tiempo, una ráfaga de 10 minutos alcanzó para que que Bicakcic y Dabour pongan los dos primeros tantos del encuentro. Parecía que el descuento de Joshua Kimmich era el comienzo de la remontada, pero todo lo contrario.

Ya en el complemento, apareció Kramaric por duplicado para sellar una jornada histórica de su equipo, que por el lado del visitante querrá ser olvidado cuanto antes. 

Los germanos tienen el desafío de defender el campeonato en cada torneo que disputan, algo para nada sencillo luego de una temporada llena de alegrías.