Una de las decisiones que más fuertes que tomó Pep Guardiola en su comienzo en Barcelona fue la desprenderse de Ronaldinho, quien ya había empezado su declive pero aún era el mejor de la plantilla.

En una entrevista con Skameika osnovij, el bielorruso Aliaksandr Hleb contó intimidades de aquel equipo azulgrana y desató la polémica.

"Ronaldinho y Deco llegaron borrachos a entrenar", tiró el exmediocampista, que había llegado al Barcelona procedente del Arsenal.

Además, hasta se animó a explicar porque a ambos jugadores Barcelona les abrió las puertas: "¿Saben por qué los vendió el Barça en 2008? Porque tenían miedo de que echasen a perder a Messi".

Hoy, con diario del lunes y viendo lo que consiguió Guardiola, parece que la directiva culé hizo lo correcto.