Desde las afueras del estadio Luzhniki, pasando por los vestuarios y con epicentro en pleno terreno de juego; se escuchó en boca de los fanáticos marroquíes el grito de "Messi, Messi", con la única intención de fastidiar a Cristiano Ronaldo.

Incluso cuando el crack salió a ser la entrada en calor al campo, fueron muchos los aficionados que lo abuchearon y pitaron; aunque el portugués nunca reaccionó.

Volvió al vestuario, se puso su camiseta número siete y ajusto bien la cinta de capitán. Volvió a salir al terreno de juego de Luzhniki, esta vez para jugar por los puntos, y en apenas cuatro minutos de juego contestó a todos los aficionados marroquíes con el gol que puso a ganar a Portugal.

Para que tomen nota los próximos: no es recomendable despertar la furia de Cristiano Ronaldo.