Croacia llegó a una final del mundo por primera vez en su historia y, si bien la derrota ante Francia los dejó con la Copa ante sus ojos, los hinchas recibieron a sus jugadores como auténticos héroes.

Miles de personas prendieron fuego, casi literalmente, la capital del país para darle una bienvenida a tono a los subcampeones mundiales.

 

El centro de Zagreb se inundó de bengalas rojas que, desde el aire, dan una imagen terrorífica que rememora al infierno.

Sin embargo, los futbolistas la están pasando mejor que nunca. Subidos en el techo del micro que los transporta, Luka Modric y compañía entonan junto a los hinchas las canciones que los acompañaron durante su estadía en Rusia. ¡Increíble!