Wolverhampton no va por buen camino en la Premier League. El equipo ha mostrado un bajo nivel en este arranque de temporada y marcha en los puestos de descenso, entre otras cosas por los serios problemas que ha presentado de cara a la portería: suma ocho goles en 14 partidos.

Y el club no se ha quedado de brazos cruzados ante esta situación. El nivel de competencia en la Premier League es realmente exigente y antes de que sea demasiado tarde para el Wolves, la directiva decidió poner punto final al ciclo de Bruno Lage y posteriormente al de Steve Davis.

El elegido para llegar al banquillo del Molineux Stadium fue nada menos que Julen Lopetegui, director técnico español que viene de culminar su etapa en el Sevilla. El club ya había intentado su incorporación hace algunos meses, pero no fue hasta ahora que finalmente pudo concretarla.

El timonel español llega para asumir las riendas de la Manada, al menos, para lo que resta de temporada en la Premier League. Una noticia que podría no ser del todo positiva para Raúl Jiménez, quien está alejado de los terrenos de juego por lesión y necesita recuperar su nivel.

Una idea innegociable

Si algo caracteriza a los equipos de Lopetegui, es esa intención de controlar el partido a través de la posesión de la pelota. Al español le gusta que los jugadores viajen juntos, con el balón como punto de encuentro y de esa manera manejar las fases del partido.

Cuando llegó al Sevilla hace dos temporadas, la idea de Lopetegui inmediatamente se pudo apreciar en cada juego de los andaluces: las distancias entre líneas se hacen más cortas y además facilita la recuperación inmediata tras cada pérdida del balón.

Todo esto hizo que el Sevilla se consolidara como el segundo equipo con mayor porcentaje de posesión en toda La Liga, solamente superado por el Barcelona. Dicho argumento se consolidó con el paso del tiempo y fue la base del proyecto que comandó hasta hace unas semanas.

¿Por qué debería preocupar a Raúl Jiménez?

La propuesta de juego demanda un rol que resulta incómodo para los delanteros. Con largas posesiones y todo el equipo moviéndose en función de donde esté el balón, Raúl Jiménez se verá en la obligación de hacer un importante desgaste físico para desmarcarse.

Y es que el Lobo de Tepeji ahora tendrá que involucrarse más en la elaboración, en el posicionamiento defensivo y probablemente no sea el encargado de finalizar las jugadas, pues no jugará tan cerca del arco como sí lo hizo con Nuno Espirito Santo y luego con Bruno Lage.

Este escenario es el que menos le conviene a Jiménez, quien actualmente no cuenta con el mejor estado físico. El mexicano no completó la pretemporada por lesión y hace un par de meses presentó nuevas molestias que le han impedido regresar a las canchas.

Ya lo sufrió Chicharito

No olvidemos que Javier Hernández coincidió con Lopetegui en el Sevilla. Y uno de los grandes inconvenientes que tuvo el mexicano fue precisamente cumplir con todas las exigencias del estilo del entrenador español, especialmente desde el aspecto físico.

En nueve partidos que disputó con la playera del Sevilla, Chicharito solamente pudo anotar un gol en La Liga, mientras que en la Europa League hizo dos en cuatro juegos. En el mercado de invierno de ese año se marchó al Galaxy, viendo que no le ganaría la titularidad a Luuk de Jong.

La producción ofensiva del neerlandés tampoco fue demasiado espectacular, pero Lopetegui siempre dejó muy claro lo que busca de un delantero: desgaste sin balón, buen posicionamiento, sacrificio defensivo e involucrarse en la elaboración lejos del área. No será un reto sencillo para Jiménez.