En el combate coestelar de la cartelera que estelarizaron Mikey García y Sandor Martin en el Chukchansi Park de Fresno, el gran prospecto mexicano que tiene en sus filas MatchRoomBoxing Marc Castro hizo la cuarta aparición de su carrera y volvió a aprobar el examen de poder y talento.

En un combate pactado seis asaltos y con el dominicano Ángel Luna como oposición que no fue tal cosa, apenas sonó la campana el ganador del Guante de Oro como amateur comenzó a soltar sus golpes de poder sin encontrar del otro lado ningún tipo de reacción, ni en ataque ni en defensa.

Diez segundos de pelea habían transcurrido cuando soltó la primera combinación de tres golpes que hizo rebotar como resorte la cabeza del dominicano, que desde entonces no hizo más que pensar en qué lo había llevado hasta allí esa noche que, por suerte para él, iba a terminarse pronto.

Con dos minutos del asalto transcurridos, en los que no había dejado de descargar su poder contra la humanidad del dominicano, Castro logró que este pusiera por primera vez su rodilla en la lona, para dar lugar a la cuenta de protección de un árbitro que le preguntó en reiteradas ocasiones si realmente quería seguir en la pelea.

Luego de dar el sí con menos convicción de la historia del boxeo, Luna volvió a avanzar para recibir. Fueron diez golpes más de Marc Castro conectados a su cabeza y entonces el árbitro intercedió para detener el combate y evitar un mal mayor. Así las cosas, el mexicano cnsiguió su cuarta victoria por nocaut en igual cantidad de presentaciones como profesional. Y promete. Promete mucho.