La Selección Mexicana no fue capaz de encontrar los caminos para superar el numeroso y compenetrado bloque defensivo que Costa Rica ideó para visitar el Estadio Azteca. El empate sin goles dejó preocupada a la afición, ya que Panamá, próximo rival, sumó de a tres y se puso a tan solo un punto del tercer puesto que hoy por hoy defiende el Tri.

El partido contó con la Selección Mexicana como gran protagonista, a tal punto que terminó con un 72% de posesión. Costa Rica se defendió muy atrás y eso hizo que el Tri pisara el área con frecuencia. Sin embargo, el problema de puntería quedó más evidenciado que nunca: el combinado nacional intentó un total de 25 remates, de los cuales sólo uno fue bajo los tres palos. Keylor Navas le atajó un tiro libre a Héctor Herrera sobre el cierre de la primera mitad.

 

Aunque tuvo menos tiempo la pelota, y también contó con menos oportunidades, Costa Rica puede presumir el haberle creado más trabajo al portero de México, Guillermo Ochoa, quien intervino en tres oportunidades para evitar la caída de su arco. La visita remató en un total de seis ocasiones, y en la mitad de ellas, Memo debió intervenir.

 

Por su parte, la Selección Mexicana arrastra desde hace algunas fechas un serio problema a la hora de definir. El propio Gerardo Martino reconoció que le preocupaba la eficacia del equipo. Frente a Costa Rica, de los 25 remates, 13 se fueron desviados y otros 11, terminaron bloqueados por la defensa visitante, además del ya mencionado tiro libre de Héctor Herrera, bien contenido por Keylor Navas.

Chucky, el que más remató

En su regreso a la titularidad, después de perderse el partido frente a Jamaica por acumulación de tarjetas, Hirving Lozano se mostró incisivo, pese a que su actuación fue de mayor a menor. El atacante del Napoli buscó portería con gran frecuencia: un total de nueve remates, de los cuales, sin embargo, cinco se fueron desviados y otros cuatro, terminaron bloqueados. Vale la intención, pero falla la puntería.