Todo fin de ciclo amerita un inventario de lo realizado. Una cuenta de lo conseguido y lo que quedó pendiente, de los éxitos y los fracasos. Barcelona se vio en la necesidad de hacer ese checklist tras la salida de Pep Guardiola y la conclusión no admitía discusión de ningún tipo: se había construido una máquina de levantar trofeos y probablemente uno de los mejores equipos de todos los tiempos.

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El objetivo del club a corto plazo no era otro que preservar el legado de Guardiola, después de todo lograron retener a la mayoría de los jugadores que le dieron vida a la propuesta del entrenador catalán. Sin embargo, la transición fue muy accidentada y las cosas se complicaron aún más con la salud de Tito Vilanova, quien tuvo que separarse del cargo a mitad de temporada de manera definitiva.

Barcelona pudo conquistar La Liga con 100 puntos, pero en la Copa del Rey fue eliminado por el Real Madrid y en la Champions League el desenlace fue aún más doloroso: derrota ante Bayern Munich por un global de 7-0 en semifinales. El club blaugrana estaba en la obligación de conseguir un entrenador que rescatara la idea que los llevó al éxito y el elegido para esa tarea fue Gerardo Martino.

La contratación del Tata sorprendió a todos, pues se trataba de un técnico sin experiencia en el futbol europeo. Pero Martino tenía ciertas coincidencias con la figura más importante del proyecto deportivo del Barcelona: Lionel Messi. Ambos nacieron en Rosario y son de Newell's, razón por la que se esperaba que tuvieran un gran entendimiento y el 10 se sintiera aún más cómodo en el club.

Solo tenían un pasado en común

A pesar de ser dos de las figuras más importantes del futbol argentino, Martino y Messi no se conocían hasta ese momento. El Tata había hecho toda su carrera en Sudamérica y su trabajo más importante fue al frente de la Selección de Paraguay, por lo que no habían tenido la oportunidad de coincidir; sin embargo, el estratega reconoció que Leo tuvo algo que ver en su llegada al Barcelona.

"No tengo dudas de que Jorge y Lionel (Messi) seguramente han hablado y opinado para nuestra llegada. Los porcentajes en cuanto a la incidencia de cada uno de ellos la verdad que no los conozco. Pero debemos agradecer a todo el fútbol de Argentina también porque siento que es una situación en la que mucha gente está feliz por nosotros", expresó Martino durante su presentación.

El argentino no llegó a tiempo para dirigir el amistoso de pretemporada contra el Bayern Munich, en el que los alemanes lograron imponerse por 2-0 ante un Barcelona repleto de suplentes. El único titular de los blaugranas en el Allianz Arena fue Messi, quien aprovechó la oportunidad para dar su opinión sobre la llegada de Martino al conjunto catalán y lo que esperaba de cara a una nueva etapa.

"La verdad es que no conozco cómo trabaja, nunca he tenido un cara a cara con él. Pero por lo que he visto y me han explicado estoy convencido que le irá muy bien en el Barça. Es lo que deseamos todos. Estoy contento que venga porque ha demostrado ser un gran técnico", expresó Messi al ser consultado sobre la metodología de trabajo del Tata y las cosas que podía aportar al Barcelona.

Primeras diferencias

La sombra de Guardiola era muy grande y cada decisión que tomaba Martino, inmediatamente era cuestionada por salirse del libreto que tan buenos resultados le dio al Barça. Ahí se produjo la primera diferencia con Messi, pues el crack argentino siempre quería disputar los 90 minutos de cada partido, mientras que el Tata era de la idea de darle descanso debido al exigente calendario que tenía el equipo.

Una prueba de ello es el partido que disputaron Barcelona y Real Sociedad, correspondiente a la Jornada 6 de La Liga 2013-14. El cuadro catalán lo ganaba 4-1 en Camp Nou y tan solo restaban 10 minutos para el final del partido, cuando Messi fue reemplazado. El argentino pasó por delante de Martino casi sin mirarlo y se fue directo a una esquina en el banquillo, haciendo un gesto de desaprobación.

"Leo nunca quiere salir de la cancha, pero mi obligación es cuidarlo, no provocar ni llamar a una lesión. Necesitamos a todos los jugadores y que obviamente Leo esté en las mejores condiciones en la recta final de esta Liga, Champions y Copa, y lo hemos hablado muchas veces. Cada vez que el partido dé la posibilidad de cuidar a alguno de ellos, como Neymar o Leo, lo vamos a intentar hacer", dijo Martino al respecto.

Si bien Messi aclaró que su gesto no fue contra su entrenador en aquel entonces, lo cierto es que no estaba cómodo con las formas de trabajo. El argentino se había acostumbrado a jugar los 90 minutos de cada partido y también sentía que esto le hacía perder terreno en la pelea por el Pichichi, premio que a la postre terminó en manos de Cristiano Ronaldo gracias a los 31 goles que hizo ese año con el Real Madrid.

Lo peor estaba por venir

Con el paso de los meses, Martino hizo algunas reformas en el juego del Barcelona con la idea de conseguir que el equipo fuera más vertical en ataque. Si bien le dio buenos resultados en el primer tramo de la temporada, lo cierto es que todo cambiaría a partir del empate sin goles ante el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. Las dudas aparecieron en el equipo catalán y dos fechas más tarde perdieron el liderato tras caer ante el Valencia en Camp Nou.

Barcelona vino de más a menos desde entonces, cediendo terreno en la pelea por La Liga y dejando mucho que desear en el resto de las competiciones. El primer golpe fue el de la Champions League, donde fueron eliminados en cuartos de final por el Atlético de Madrid. El Colchonero hizo un planteamiento perfecto y anuló por completo a Messi, quien fue blanco de críticas por su decepcionante desempeño en la eliminatoria.

Luego vino la derrota en la final de la Copa del Rey ante nada menos que el Real Madrid, partido en el que Messi tampoco pudo mostrar su mejor versión. Los de la capital española fueron muy superiores y aprovecharon las desatenciones de un equipo que venía perdiendo el brillo de su juego a un ritmo vertiginoso. Barcelona no funcionaba en el campo y Martino se había quedado sin capacidad de respuesta.

Es así como llegaron al cierre de temporada con la obligación de conseguir los tres puntos ante el Atlético de Madrid, pues otro resultado dejaría al Barcelona sin La Liga. Sin embargo, un gol de Diego Godín puso el 1-1 definitivo y el Colchonero se consagró campeón en Camp Nou. Esto produjo el despido inmediato de Martino y un distanciamiento mayor con Messi, quien se quedó sin Liga, sin Copa, sin Champions y sin Pichichi.

La versión de Zubizarreta

Andoni Zubizarreta asegura que Messi no estaba alineado con las ideas de Martino e incluso reveló un episodio de cuando él era director deportivo del Barcelona. "El Tata Martino, cuando estaba en el Barça, le decía a Leo: 'Ya sé que si usted llama al presidente me echa, pero coño, no hace falta que me lo demuestre todos los días. Ya lo sé'", reveló el exguardameta español en una charla con Vicente del Bosque hace poco más de un año.

Algo similar dijo Quique Setién cuando habló por primera vez tras su salida del Barcelona. El estratega español tuvo varias diferencias con Messi y reconoció que no le extrañaría que la versión de Zubizarreta fuera cierta. "Sí, he escuchado esa frase y otras. No me hace falta que nadie me diga lo que dijo Martino u otro. Lo he vivido. He tenido experiencias suficientes para hacer una valoración exacta de cómo son realmente este muchacho y los demás".

Sin embargo, Martino salió al paso de estas declaraciones y aseguró que en ningún momento dijo tal cosa sobre Messi. "Yo nunca expresé esas palabras. Eso corre por cuenta del ex Director Deportivo Zubizarreta, por lo que leí, en una nota con Vicente del Bosque. Y en todo caso, si yo tuviera algo que decir ahora o antes, se lo hubiera dicho al futbolista. Nunca salieron de mi boca esas palabras. No tengo nada que decir al respecto”.

Tampoco funcionó en Argentina

Luego de la decepcionante temporada en Barcelona, Martino y Messi volvieron a coincidir en la Selección Argentina. La Albiceleste venía de ser subcampeón del mundo en Brasil 2014 y contaba con una generación repleta de estrellas, por lo que el reto no era otro que poner fin a la larga sequía de títulos. No obstante, las cosas no salieron durante este ciclo y la relación de Tata con Leo volvió a los titulares de la prensa local.

Y es que Argentina perdió dos finales continentales de manera consecutiva ante Chile, ambas en la tanda de penales. Sin embargo, fue la derrota en la Copa América Centenario la que marcó un punto de quiebre entre Messi y el proyecto encabezado por Martino. Y es que tras culminar el partido contra la Roja, el crack del Barcelona sorprendió a todos al anunciar su retiro definitivo de la selección.

"Se terminó para mí la Selección. Ya está, es increíble, pero no se nos da y eso que lo buscamos... ¿Si es una decisión tomada? Creo que sí. Es difícil hacer un análisis ahora, la verdad es que es increíble pero no se da. Evidentemente tiene que ser así. Hoy nos pasó otra vez. Es increíble pero no se me da", expresó la Pulga, visiblemente dolido por todas las finales que había perdido con Argentina de forma consecutiva.

El próximo reto de la Albiceleste eran los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y frente a la imposibilidad de reunir al plantel con el que deseaba trabajar, Martino presentó su renuncia como entrenador de la Albiceleste. Los números del Tata no fueron malos, ni mucho menos: 29 partidos, 19 victorias, 7 empates y apenas 3 derrotas, pero aun así no mejoró su relación con Messi.

Cuando se habló de su posible regreso a la Selección Argentina en 2018, Martino contestó a los rumores que apuntaban a la supuesta injerencia de Messi en las convocatorias de la Albiceleste. "Nunca hice lo que dijo Messi, ni en la Selección ni en el Barcelona. Pero es el mito que se creó. Tampoco lo digo sólo yo, lo dijeron un montón de personas, pero justo a mí no me van a creer", aseguró el Tata, que al final aceptó la oferta de la Selección Mexicana.

Ahora serán rivales

La Selección Mexicana forma parte del Grupo C del Mundial Qatar 2022, donde enfrentará a Argentina en la segunda fecha de la fase de grupos. El partido se llevará a cabo este sábado 26 de noviembre en Lusail y representa una gran importancia para el Tri, pues prácticamente se jugará su futuro en el certamen: una victoria podría dejarlo muy cerca de los octavos de final, mientras que una derrota podría ser un golpe casi definitivo.

A diferencia de lo que fue la última década, Martino y Messi volverán a encontrarse pero ahora como rivales. Tal vez haya saludo entre ambos en la previa del partido, básicamente por el respeto que existe ante los éxitos conseguidos a lo largo de sus respectivas carreras; sin embargo, el apretón de manos también tendría algo de nostalgia por todo lo que pudo ser y no fue. Ni en Barcelona, ni en Argentina.

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