21. Rickey Henderson: 1.406 bases robadas
Posee dos grandes récords de bateo, aunque por uno de ellos es parte de esta lista. Su marca de 1.406 bases robadas es el número más alto conseguido por un jugador en la historia de la liga, y parecería imposible que alguien la supere en un futuro. El segundo lugar le pertenece a Lou Brock, con 938.
Su mejor temporada en cuanto a bases robadas la consiguió en 1987, cuando sumó 130, registrando el segundo número más alto de todos los tiempos, por debajo de las 138 de Hugh Nicol en 1881. Por si fuera poco, Henderson también es el líder histórico de carreras anotadas con 2.295, otro récord en las Grandes Ligas.