Chris Sale quiere recuperar el tiempo perdido y este sábado el estelar lanzador volvió a las Grandes Ligas por todo lo alto. El as de los Boston Red Sox completó cinco buenas entradas de labor en la paliza sobre los Baltimore Orioles 16 por 2, con lo que se acreditó su primer triunfo desde el 2019 cuando fue operado del brazo de lanzar.

Dos años tuvieron que pasar para que el zurdo se subiera de nuevo a la lomita en la MLB y aunque la espera fue bastante larga, el regreso fue como lo soñaba el lanzador de 32 años. Cinco innings lanzados, con ocho ponches recetados, dos carreras limpias permitidas (ambas por jonrones solitarios) y sin boletos fue la actuación de Sale, que se quedó con la victoria.

“Fue increíble. Estuvo genial”, aseguró Joey Cora, manager de los Red Sox tras el partido. “Hoy fue un día especial para esta organización, por todo lo que pasó (Chris Sale), por lo que fue todo el proceso en el que no se sintió bien consigo mismo porque por primera vez en su carrera no podía ayudar a su equipo", agregó el timonel haciendo referencia a la ausencia de Sale.

Un cambio de perspectiva

Para Chris Sale la gran actuación de este sábado fue el mejor regreso luego de dos años fuera de las Grandes Ligas, un tiempo muy prolongado para una estrella de su talla, que demostró que no ha perdido la espectacularidad en su brazo que lo llevó a convertirse en uno de las principales estrellas de la rotación de los Boston Red Sox.

“Hoy fue un día especial para mí”, señaló el lanzador. “Como dije, el poder jugar me fue arrebatado de las manos. Tuve un hueco en mi pecho por dos años. A través de todo esto he tenido un gran cambio de perspectiva. Puedo decir una cosa, no voy a perder un día más de mi carrera en las Grandes Ligas", finalizó.