Para Kyrie Irving hay mucho más en la vida que el baloncesto. La estrella de los Brooklyn Nets en la NBA siente un gran cariño y cercanía con sus raíces, por lo que la noticia que recibió esta semana le llenó de alegría al saber que fue aceptado oficialmente como miembro de la tribu Standing Rock Sioux.

Para nadie es un secreto que el jugador ha mantenido un contacto muy cercano con esa comunidad de indios americanos y ha adoptado sus tradiciones como propias. No en vano la estrella de la NBA en algún momento quemó savia en los alrededores del TD Garden antes de algún partido con los Boston Celtics, o tratar de unirse cada vez más a esa comunidad.

Hace tres años Kyrie Irving visitó la tribu Standing Rock Sioux, ubicada en Dakota del Sur, por primera vez y desde ese momento ha tratado de mantenerse muy unido a ella por lo que con esta aceptación como un miembro más de la tribu le permitirá al jugador continuar sumándose a sus tradiciones y a su cultura que ahora es la de él.

¿Por qué tan apegado?

La respuesta es muy sencilla. Aunque Kyrie Irving fue críado principalmente por su padre, el jugador mantiene una relación estrecha con el recuerdo de su madre, quien falleció cuando él tenía apenas cuatro años. Elizabeth, su madre, formaba parte de la tribu Standing Rock Sioux, por lo que de ahí surgió su deseo de curtirse de su cultura.

El nexo entre la estrella de la National Basketball Association y su nueva tribu sin lugar a dudas servirá para que se afiance el nexo entre la liga y la tribu de indios nativos americanos. Habrá que esperar a ver si ese cambio cultural le brinda a Irving una mejora anímica de cara a la venidera temporada con los Brooklyn Nets

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