Cuando nadie lo esperaba, ellos estaban más vivos que nunca. New England Patriots ha tomado por sorpresa a la liga y sin dudas se ha convertido en uno de los candidatos a llegar al Super Bowl en el 2022, demostrando que nunca hay que darse por vencido con un equipo de Bill Belichick.

Cuando todo apuntaba a que la vida post Tom Brady iba a ser difícil en las afueras de Boston, los Patriots han sabido convertirse en una historia de resiliencia, maximizando su potencial y ocultando de buena manera sus debilidades.

Los Pats pelearán hasta el final la AFC Este con Buffalo Bills, en lo que parece que será una división donde la diferencia la marcarán los duelos divisionales. Pero, a priori, hemos visto al conjunto seis veces campeón de la NFL afianzarse como uno de los máximos candidatos de la Conferencia Americana a disputar el partido final del año en el SoFi Stadium.

¿Cómo logró New England Patriots mantenerse como candidato?

La primera respuesta a esa pregunta está en el mariscal novato, Mac Jones. Si bien se sabía que era uno de los QBs mejor preparados para arrancar desde el inicio como titular en la NFL, el egresado de la Universidad de Alabama ha logrado llevar a la ofensiva de los Pats a un nivel altísimo, al menos comparado a los playmakers que tiene en su roster.

Pero todo arranca y termina con la defensiva. Como ya lo observamos en otras temporadas, Bill Belichick se ha puesto la unidad al hombro y logró conformar una de las defensas más férreas de la liga, con la capacidad de presionar al mariscal en momentos clave de los partidos y, más importante aún, generar intercambios de balón.

Para febrero parece faltar una eternidad, pero si los Patriots continúan jugando a este nivel y logran sortear algunos baches que puede significar su calendario, como los duelos directos ante Bills en la división, es muy probable que tengamos nuevamente a New England llegando lejos en enero.