El mundo de la National Football League (NFL) se sacudió esta semana al enterarnos de que Brian Flores, ex entrenador en jefe de Miami Dolphins, demandaría a la liga y algunas de sus franquicias por racismo en su proceso de contratación, un hecho que viene a destapar algo que viene ocurriendo hace tiempo en los carrouseles de coaches.
New York Giants y Denver Broncos son los conjuntos que serán investigados en las próximas semanas por el hecho, con el agregado de que Flores denunció a los Dolphins y su dueño, Stephen Ross, por intentar corromper la competitividad de la liga, con pruebas graves como el ofrecimiento de dinero por cada partido que Miami perdiese al mando de Flores.
Quien salió a opinar sobre la situación fue uno de los nombres fuertes en cuanto a la gerencia de las franquicias; el dueño de los Dallas Cowboys, Jerry Jones. El experimentado dirigente dio algo de razón a la denuncia de Flores, aunque no está claro si jugará un papel en el desarrollo próximo de la investigación.
¿Qué dijo Jerry Jones?
En conversación con el medio USA TODAY, Jones admitió que las gerencias “podrían hacer un mejor trabajo” en cuanto a la búsqueda de equidad dentro de las contrataciones de entrenadores de las minorías, además de que no ve que “esta conversación se vaya a terminar pronto”.