Millonarios se clasificó este miércoles a la final de la Copa Colombia tras superar en la serie 4-2 a Independiente Medellín. El conjunto ‘embajador’ ganó 0-2 en la ida y empató 2-2 en la vuelta. Aunque no fue una clasificación fácil, lograron conseguirla en una noche llena de emociones. 

El equipo dirigido por Alberto Gamero tuvo uno de los peores primeros tiempos en los últimos años, terminó 0-2 abajo en el marcador y con un hombre menos. En el segundo tiempo mejoró, sacó la casta, mostró jerarquía y puso la serie a favor.

En Bolavip analizamos la clasificación de Millonarios, línea por línea revisamos los puntos altos y los bajos durante el partido de vuelta. 

Álvaro Montero: el portero tuvo un par de intervenciones, pero le marcaron dos goles y, aunque no tuvo la culpa en ninguno, pudo hacer algo más, sobre todo en el segundo, donde apenas vio pasar el balón. Para rescatar, su experiencia y liderazgo dentro de la cancha, ayudó a mantener la calma.

Israel Alba: con un trabajo silencioso, pero efectivo, logró ser uno de los mejores de la cancha. Es un jugador que sabe leer bien los partidos, en defensa se hizo fuerte, no le dio pena rechazar el balón cuando tuvo que hacerlo, la entrega y sacrificio fueron sus mayores virtudes, en especial cuando el equipo tuvo que aguantar las arremetidas del rival. 

Andrés Llinás: es un jugador con sacrificio, nunca niega una gota de sudor, es líder y contagia a sus compañeros. En los dos goles se vio comprometido en el uno contra uno, pero en el segundo tiempo se afianzó y fue fundamental en la zona posterior. 

José Cuenú: en el primer tiempo estuvo algo tímido, entregó mal algunos balones y le costó la salida desde atrás. Hasta ahora se viene acoplando con Llinás. En el segundo tiempo mejoró y tuvo una gran actuación, en lo aéreo fue importante y en el uno contra uno se hizo fuerte.

Omar Bertel: fue uno de los puntos más bajos del partido. En una de sus peores noches, se mostró errático, fue a destiempo a algunos duelos, le ganaron la espalda y no logró ubicarse bien en la cancha, aunque en el segundo tiempo no lo sufrió tanto. 

Larry Vásquez: su trabajo en el medio campo es crucial en el esquema de Gamero. En el primer tiempo fue el que mejor estuvo, aunque no tuvo su mejor juego. En la segunda mitad, cuando el equipo se quedó con diez hombres, se mantuvo ordenado y fue el equilibrio del equipo. 

Juan Carlos Pereira: sin duda, fue el peor de la cancha y no por su mal juego, porque lo venía haciendo bien, sino por su irresponsabilidad al hacerse expulsar en una jugada que pudo darle manejo. Se dejó provocar y agredió a un rival sin balón, dejó al equipo con diez en el peor momento y será una ausencia vital en la final. 

Mackalister Silva: el capitán, la magia, la jerarquía y la experiencia. Macka calló a los críticos que dicen que no aparece en finales, se echó el equipo al hombro y anotó un golazo para darle la tranquilidad al equipo y ayudó a levantar a sus compañeros anímicamente. 

Daniel Ruiz: no viene en su mejor nivel, en los 90 minutos no mostró su mejor fútbol, pero sí se le vio entrega y sacrificio, corrió todos los balones, asistió a Mackalister en el primer gol y anotó un golazo al final del compromiso con el que la hinchada celebró el paso a la final. 

Andrés Gómez: no paró de correr en todo el partido. Más allá de los ataques que pudo tener y el desequilibrio en el frente de ataque, Gómez fue colaborativo en defensa, ayudó a sus compañeros detrás de la línea de la pelota, recuperó un par de balones y ayudó a Alba por la lateral cuando atacaron la banda derecha. 

Luis Carlos Ruiz: sin duda es un jugador muy inteligente, con clase y técnica. Aunque no anotó y no fue tan visto, tuvo un par de chances, se conectó con sus compañeros en el frente de ataque y supo aguantar cuando el equipo se vino abajo.