Quien más sino un hombre de la casa, uno que conoce la institución, uno que lleba tiempo con el escudo azul y blanco sobre su pecho. Cuando Millonarios se quedó sin arqueros, llegaron Cristian Bonilla (Equidad) y Cristian Vargas (Bucaramanga), ambos con un pasado verde en común. El estratega Embajador les dio la confianza desde el primer momento, a pesar que ninguno de los dos respondía con altura lo que significa jugar en uno de los equipos más grandes del país.
En todos los partidos que actuaron tanto Bonilla como Vargas, había un gol en contra de Millonarios, como mínimo. Parecía que mantener el arco en cero era una tarea imposible. Además, lo que le brindaban estos dos porteros a Millonarios, eran dudas e inseguridades. Como tener un buen equipo si quien te debe dar confianza te da todo lo contrario.
Gamero lo entendió. Moreno seguía esperando su oportunidad, pero más que esperarla, trabajando por ella, hasta que se le dio. Su debut fue en la victoria 3-0 frente Atlético Nacional en Bogotá. A pesar de los nervios del debut y de sus 21 años, Moreno respondió de la mejor manera.
Después frente a Deportivo Cali, en su debut internacional, atajó uno de los penales. Frente a América, cuando sonó la alarma, el mismo salió a apagar el incendio y contra Pereira, de nuevo Juan Moreno siendo Juan Moreno; atajando pelotas claves para resguardar su arco y encaminar a Millonarios a la clasificación. De tres partidos por Liga, tres veces el arco en cero.
El joven canterano que se ha vestido de héroe en el resurgir de Millonarios, es una pieza fundamental de cara a la clasificación al selecto grupo de ocho equipos, que lucharan por el título. Moreno poco a poco va respondiendo las incógnitas y siendo una muestra del proyecto Gamero y su apuesta por un equipo joven con jugadores de la cantera Azul.