Londres 2012. Los Juegos Olímpicos de Londres tuvieron un significado especial para Ecuador y uno de los grandes responsables de ello fueAlex Quiñónez, quien con 22 años interrumpió en la escena para ser una de las principales revelaciones en el atletismo de aquella competición.
Después de ganar las pruebas de 100 y 200 metros respectivamenteCampeonato Iberoamericano de Atletismo de Venezuela, donde logró el 20.34 segundos que lo clasificó a los Juegos Olímpicos, Quiñónez apareció en escena para irrumpir en Europa.
Allí logró romper el récord nacional con su 20.28 segundos para clasificar a la final de los 200 metros, donde corrió nada menos que contra Usain Bolt, la máxima estrella de esos Juegos Olímpicos junto a Michael Phelps. En la final terminó séptimo y representó de la mejor manera a todo nuestro país.
Sin embargo, cuando parecía tenerlo todo para mantenerse en las primeras planas, la irregularidad le hizo perderse los Juegos Olímpicos de Río 2016 pese a sus dos medallas de oro (200 metros y 4×100 metros) y su plata (100 metros) en el Campeonato Sudamericanode Perú.
Después de la pandemia y la postergación de Tokio 2020, se volvió a abrir la puerta y la esperanza de verlo nuevamente en unos Juegos Olímpicos. No obstante, finalmente fue suspendido por doce meses por tres fallos de localización en el último año.
En un video que grabó a mediados de año antes del comienzo de la competición, Quiñónez había hablado públicamente: “Quería mandar un saludo a todo el Ecuador y pedirles disculpas por todo lo que está pasando. No sé ni como explicarlo ni decirlo. No estoy tan bien que digamos porque quería darle una alegría al Ecuador.No sé cómo pasó, no hay que echarle la culpa a nadie, es una decisión de Dios y a cualquier le puede pasar. Solo quería pedirles disculpas y decirque lo siento. Quería que todo el mundo esté emocionado por esto, pero lo siento de todo corazón y que esto continúe“.
Cerca de la medianoche del viernes 22 de octubre, Quiñónez fue asesinado en Guayaquil y la conmoción por la noticia es total. Lo recordaremos con el orgullo que sentimos esos días de 2012, donde llevó a los colores de nuestro país a lo más alto del deporte. Descansa en paz, Alex.