Teniendo la responsabilidad de impartir justicia en un partido que siempre le resulta difícil a todos los árbitros, a Fernando Rapallini le tocó ser el árbitro en el Superclásico entre Boca y River disputado el pasado sábado por la Copa Diego Armando Maradona.

Una de las tantas polémicas del partido se hizo presente a pocos minutos de cumplirse la media hora de partido: aplicándole un duro codazo en la garganta a codazo a Jorge Carrascal, Jorman Campuzano vio la amarilla y desató la furia de todo el banco de suplentes del Millonario.

Pasados los días y persistiendo la polémica, este lunes, en pleno debate con sus colegas de F12, Mariano Closs responsabilizó a Gabriel Chade, juez de línea del encuentro, por la resolución que tuvo la jugada. "Es cierto que está en la órbita de Rapallini, pero él inmediatamente puede estar siguiendo otra pareja. Lo amonestó por lo que le canta el línea. No quisieron expulsar de entrada a alguien en un Boca-River y dejar a un equipo con 10 por una roja directa. Responsabilizo al línea, porque lo tiene claro desde donde está", manifestó.

Dejando en claro que, a su criterio, el juez fue el responsable de la amonestación al mediocampista del equipo de Miguel Ángel Russo, el relator continuó: "Para mí, el que manda a frenar la jugada es el línea. Coincidimos en que era roja".