El desarrollo del primer tiempo fue de un duelo característicos de dos grandes entrenadores como Pep Guardiola y Thomas Tuchel y sus dirigidos ejecutaron cada uno su plan de la mejor manera para llevar a cabo un duelo táctico de grandes proporciones, que disfrutaron mucho los conocedores del juego.
Pero al minuto 42, sería el Chelsea el que pegaría primero en el marcador, luego de una falla en la presión del Manchester City, lo cual permitió un pase filtrado al espacio que aprovechó de la mejor manera Kai Havertz, quien se sacó al portero Ederson y definió a puerta vacía.
Para el segundo tiempo las malas noticias para el conjunto ciudadano continuaron ya que a los 60 minutos del partido su máxima figura, Kevin De Bruyne tuvo que salir del campo, luego de un durísimo choque contra Antonio Rüdiger, el cual noqueó al belga y lo obligó a salir del campo.
Chelsea pudo ampliar el marcador a poco menos de 10 minutos de finalizar el partido a través de Christian Pulisic, que tras una buena jugada combinada con sus compañeros, quedó mano a mano con Ederson, pero increíblemente el balón se fue por fuera del arco.
Al final, el equipo londinense aguantó los últimos ataques del Manchester City, uno muy claro por intermedio de Mahrez, en el sexto minuto de reposición, el cual se fue por muy poco por encima de la portería y se llevó su segunda Champions League de la historia, tras la conseguida en el 2012.