No falta revisar, nombre por nombre, las plantillas del Chelsea y del Zenit de San Petersburgo para darse cuenta la abismal diferencia que hay entre ambos equipos. Aún así, el equipo ruso hizo todo lo posible para aguantar el poderío de los ingleses y terminó jugando un partido muy digno en Stamford Bridge. Al final, un solo gol de Romelu Lukaku evitó que el equipo de Wilmar Barrios se llevara un valioso punto de Londres. El colombiano, por cierto, volvió a demostrar porqué es uno de los mejores volantes defensivos del mundo.
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Para este juego, Barrios apareció en el esquema titular del Zenit como único mediocampista defensivo en el equipo. Sin embargo, en cancha desempeñó una función completamente distinta a la de cortar la línea de pases del equipo rival en la zona medular. Teniendo en cuenta el poderío del Chelsea, el colombiano se posicionó como tercer defensor central, en medio de los zagueros, para aumentar el volumen defensivo del Zenit y así poder detener el constante avance de Romelu Lukaku en esa zona.
Jugando como un defensor más, no lo hizo nada mal. Siempre mostró el mejor ‘timing’ para evitar los pases a profundidad del Chelsea. Cuando tuvo que cerrar a Lukaku lo hizo con inteligencia y evitó que encarara a portería. En los tiros de esquina, no se hizo menos y ayudó a marcar en el área a Antonio Rudiger. Aún así, también mostró gran lectura de juego para no quedarse clavado como un defensor más. En varias ocasiones, cortó con rapidez en el medio para marcar con vehemencia a los creativos del Chelsea: Mateo Kovacic y Hakim Ziyech tuvieron serios problemas cuando el cafetero los tuvo que buscar. Palabras más, palabras menos: Wilmar Barrios se lució en la noche de Champions en la casa del supercmapeón de Europa.
