Luego de años consecutivos de un impresionante éxito, Atlético Nacional en los últimos meses se ha enfrentado a una serie de dificultades debido a una mala administración en los tiempos de la bonanza de títulos de la pasada década, los cuales lo han mantenido en problemas extradeportivos, peleas en instancias judiciales y decisiones contundentes por parte de toda la institucionalidad del fútbol colombiano.

La decisión de no permitirle inscribir jugadores para el presente semestre por la deuda de 5 millones de dólares al Cortuluán, en el caso Fernando Uribe, abrió una serie de inconvenientes y respuestas ante la justicia ordinaria para hacer valer los derechos de los futbolistas que no han podido debutar. Tutelas, derechos de petición, quejas y reclamos han sido desestimados uno a uno, hasta que no hubo más remedio que “arreglar por la buenas” ya que todo el rigor de la justicia, la Federación Colombiana de Fútbol y la Dimayor le puso el mazo encima al club verdolaga.

Las conclusiones de la pelea que quiso dar Atlético Nacional, de la mano del presidente Emilio Gutiérrez y el abogado Néstor Humberto Martínez son nefastas: el club debe pagar sí o sí lo que considere Cortuluá, de no hacerlo se atiene a una desafilición. Hoy los jugadores y el equipo son investigados por la Dimayor debido a la decisión de llevar la discusión a la justicia ordinaria, algo que ya vio de reojo la FIFA y advirtió por intermedio del presidente de la FCF, Ramón Jesurún.

Ahora, sumado a todo esto, luego del penoso comportamiento de los hinchas de Atlético Nacional en el partido contra Independiente Santa Fe, de la fecha 3 de la Liga,se le aplicó el reglamento casi al pie de la letra y tendrá que jugar a puerta cerrada durante los próximos tres partidos que oficie de local. Decisión para muchos desproporcionada ya que el club no era el encargado de la logística y no se compara con el castigo a los bogotanos, que fueron castigados 6 partidos, pero solo tendrá un cierre parcial de su estadio.

Por todo lo anterior, en el seno de los hinchas de Atlético Nacional y el mismo club hay un aire de que existeun tipo de persecución en contra del club en todas las decisiones que se han tomado. Se señala al presidente Fernando Jaramillo, confeso hincha de Millonarios, y otros estamentos que estarían buscando desestabilizar a los verdolagas.