El otrora “Rey de Copas” colombiano vive un momento aciago. El 2024 ha sido un año para el olvido para Atlético Nacional, sumido en una crisis de resultados que ha calado hondo en la afición verdolaga. La salida de Jhon Bodmer como entrenador, tras la debacle en la Copa Libertadores, solo ha agudizado la incertidumbre que se cierne sobre el futuro del equipo.
La eliminación en la fase preliminar de la Copa Libertadores ante Nacional de Paraguay fue un golpe durísimo. Un equipo considerado “chico” en el contexto continental, acabó con las ilusiones del “Verde” de avanzar en el torneo. La eliminación se catalogó como uno de los mayores fracasos del club en los últimos cinco años.
La irregularidad en la Liga BetPlay también ha generado zozobra en la hinchada. A pesar de ocupar la sexta posición en la tabla, el rendimiento del equipo no convence. Las críticas al estilo de juego y la falta de contundencia son constantes.
Los 4 millones de dólares
De acuerdo a las fuentes de datos de la Copa Libertadores, de haber pasado a la fase de grupos del torneo, Atlético Nacional pudo haber facturado $3.000.000 millones de dólares mas en la fase de grupos que iban a totalizar $4.100.000 con la participación en la fase preliminar 2 y 3.
El panorama es complejo. El nuevo entrenador tendrá la difícil tarea de levantar la moral del equipo, mejorar el rendimiento y conseguir resultados. La Copa Libertadores 2025 se ve lejana, y el objetivo principal ahora es asegurar un cupo en la próxima edición.
La crisis actual de Atlético Nacional debe servir como un llamado a la reflexión. Es hora de revisar las estructuras internas del club, replantear el modelo deportivo y tomar decisiones estratégicas que permitan recuperar la senda del éxito.