Momentos después de la derrota de la AS Roma, José Mourinho se mostró molesto e inconforme con el arbitraje de la final, por parte de Anthony Taylor. Tanto que protagonizó un lamentable incedente.

En el parqueadero del Puskas Arena de Budapest, Mourinho esperó a los árbitros para reclamarles por una jugada en particular. Aparentemente una mano dentro del área del Sevilla que no fue sancionada como penal.

“Es una desgracia, es una maldita vergüenza lo que pasó. Lo que hicieron es una desgracia”, repitió José Mourinho mientras señalaba algo en su celular, posiblmente el video de la mano en cuestión.

La Roma, dirigida por Mourinho, perdió ante Sevilla luego de acabar el partido 1-1. En los penales, el equipo español superó a la Roma y se quedó con el título europeo, el séptimo de su historia.