El base español Ricky Rubio estaba viviendo su mejor temporada en la National Basketball Association (NBA), siendo figura en el joven equipo de Cleveland Cavaliers, consiguiendo récords individuales, como su doble-doble en Madison Square Garden, elogiado por el mismísimo LeBron James, y recobrando el nivel que mostró con su país en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

En el último año de su contrato que firmó en 2019 con Phoenix Suns, por un salario de $51 millones de dólares, el europeo registraba sus mejores números en la competición, con un promedio por juego de 13 puntos, 4.2 rebotes, 6.6 asistencias y 1.4 robos, con un acierto en sus tiros del 36.3 por ciento.

Por si fuera poco, Ricky Rubio tiene junto a Darius Garland la mejor eficiencia neta de cualquier alineación de 2 hombres para jugar 500 minutos juntos en la NBA, con +16.1; sin embargo, todo se derrumbó para el español y los Cavaliers la noche del martes, en el juego ante New Orleans Pelicans.

La peor noticia para Cavaliers cortesía de Ricky Rubio
 

Restaban 2:20 minutos para el final del juego, cuando el base entró a la pintura, se resbala y cae al suelo, los árbitros cobran una presunta falta de Garrett Temple, pero el gesto es claro y cuando lo vieron sus compañeros, presintieron lo peor: había daño en la rodilla izquierda.

Pues bien, tras realizarse en esta jornada la resonancia magnética, los Cavaliers confirmaron el peor pronóstico: rotura del ligamento cruzado anterior, misma lesión que sufrió en 2012, cuando jugó por Minnesota Timberwolves, por lo cual se perderá lo que resta de la temporada NBA. Una pésima noticia para un equipo que está volviendo a renacer tras años de malaria.