Después que River tuviese como destino Colombia, la crisis que vive el país sudamericano hizo que desde la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) no pudiesen garantizar la seguridad del encuentro y el juego se mudó a Asunción, Paraguay.

Independiente de Santa Fe debió hacer de local en el General Pablo Rojas con loa obligación de ganar para todavía tener oportunidades reales de clasificar a los octavos de final de Conmebol Libertadores. Antes del encuentro de hoy, el elenco colombiano apenas había rescatado un punto.

Con la mirada puesta en la última fecha de la fase regular de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol, donde el Millonario debe ganar, Marcelo Gallardo puso una formación alternativa de mitad de cancha para adelante donde pudimos ver a jugadores que generalmente no son titulares: Federico Girotti, José Paradela, Jorge Carrascal y Benjamín Rollheiser, entre otros.

 

Pese a sus mix de jugadores titulares, River fue dominador del juego, pero su gran enemigo fue la efectividad de cara al arco rival. En la primera parte, Rollheiser llegó hasta el punto penal y destrozó el palo en un zurdazo. En el segundo tiempo, Girotti también estrelló el palo de un cabezazo casi en el área chica.

Sobre el final, Independiente de Santa Fe también tuvo sus oportunidades y Franco Armani se hizo gigante para evitar la derrota de River. Un empate que de milagro terminó 0-0 por la imprecisión de ambos en los arcos rivales. Un Grupo D donde la diferencia entre el primer y el último es de apenas tres unidades.