Antes que puedan cumplirse deseos como el del presidente Mauricio Macri, de volver a tener público visitante en partidos de tanta magnitud como los dos River - Boca que definirán la Copa Libertadores, tiene que haber un cambio de mentalidad en gran parte del público que consume el fútbol argentino.

Basta con observar que esta mañana, a días de que se dispute el primero de los dos Superclásicos, dos puertas de acceso al Estadio Monumental mostraron pintadas agresivas que se adjudicaron a un acto de vandalismo de hinchas de Boca.

Y aunque los empleados de River no tardaron en volver a pintar las puertas para que las pintadas no fueran visibles, hubo quienes llegaron a capturar imágenes que se difundieron en las redes sociales.

Lo de siempre. Todo mal.