Fue un día muy movilizante en el caso Renato Ibarra: América lo separó del plantel profesional y, casi al mismo tiempo, Lucely Chalá declaró en favor de él frente a las autoridades.

Al no comprobarse si el futbolista ecuatoriano la golpeó, los cargos de intento de feminicidio y aborto quedaron descartados por la justicia y solamente se quedó con el de violencia familiar.

Por eso, después de una larga negociación, el centrocampista ofensivo abandonó el reclusorio oriente bajo una serie de consignas que deberá cumplir si es que no quiere volver a estar tras las rejas.

"Recibió una suspensión condicional del proceso, por lo que deberá seguir ciertos condicionantes como no salir del país, no cometer otro delito, etc. Durante un periodo de 6 meses. De cumplir, quedaría totalmente libre y sin antedecente", publicó en Twitter el reportero Axel Thomann.

Así las cosas, pasadas las 22 horas del centro de México, Ibarra consiguió su libertad y se retiró, rodeado de cámaras, pero sin dar declaraciones al respecto.